26 octubre 2015

El automasaje después de las asanas


    La práctica del automasaje después de las asanas es muy beneficioso para la salud física y energética.

    Desde el punto de vista físico, estimula las glándulas sebáceas de la superficie de la piel para que segregue sus aceites naturales y así la revitalicen y nutran naturalmente.

    El masaje también estimula las terminaciones nerviosas de la superficie cutánea estimulando el sistema nervioso, relajando las tensiones, estimulando la circulación sanguínea, mejora la circulación de la linfa en el cuerpo, que es un fluido que se encarga de transportar los residuos del cuerpo para ser eliminados y así purificar la sangre.

    El automasaje también es una caricia energética que suaviza el cuerpo pránico y ayuda a que penetren en el cuerpo físico las energías trabajadas durante las asanas.

    El masaje por el cuerpo se completa con el masaje de los pies, donde tenemos terminaciones nerviosas de todo el organismo, estimulando y equilibrando la energía de los órganos internos.


    Es importante durante el automasaje visualizar el interior de nuestro cuerpo acompañando el movimiento de las manos sobre la piel de las distintas partes.

    Luego del automasaje estamos listos para la relajación en postura de shabasana.

    Desarrollo:

    1. Friccionamos las manos llevando energía nueva a nuestras manos.

    1. Ahuecándolas las llevamos sobre la cuenca de los ojos llevando toda esa energía a nuestros ojos.

    1. Friccionamos nuevamente las manos y nos hacemos un suave masaje por la cara, masajeando la nariz y las mejillas, arriba y debajo de los labios, la frente, cando la energía sobrante como si nos sacudiéramos agua.

    1. Friccionamos las manos y nos hacemos un masaje circular con la yema de los dedos en el cuero cabelludo.

    1. Friccionamos las manos nuevamente y nos masajeamos bajo el mentón, los ganglios, las orejas.

    1. Nos masajeamos el cuello, los hombros, deteniéndonos en el lugar que sintamos dolor haciendo un masajito circular con los dedos.

    1. Bajamos por los brazos en forma circular hasta llegar a las manos.

    1. Sacamos la energía sobrante por los dedos, estirándolos suavemente uno por uno y escurriendo la energía como si fuera agua.

    1. Nos masajeamos las axilas, bajamos por el costado del cuerpo hasta llegar a la cintura.

    1. Nos masajeamos el pecho y el abdomen sacando la energía sobrante.

    1. Nos masajeamos las espalda, desde donde llegamos hasta la cola, sacando la energía sobrante.

    1. Nos masajeamos las piernas, desde la ingle, bajamos por el muslo hasta la rodilla, nos detenemos en la rodilla con un masaje circular, bajamos por el muslo hasta el pie.

    1. Flexionamos el pie hacia adelante y hacia atrás, y nos masajeamos la planta con los pulgares. Nos masajeamos los deditos, uno a uno.

    1. Haciendo puchitos con los dedos nos hacemos unos piquetitos en las plantas, nos damos tres palmaditas y pasamos a la relajación.



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