La sugestión
gobierna nuestra vida a través del poder de la mente. Desde el inconsciente, da
ordenes a nuestro cuerpo para que actúe de distintas maneras.
Esto genera nuestra
salud y nuestra enfermedad, nuestros actos y nuestra actitud frente a la vida.
Somos buenos o
malos, enfermos o sanos, alegres o tristes, gracias a nuestras sugestiones.
Nuestras decisiones están guiadas por las sugestiones que en algunos casos
fueron generadas desde el exterior, y en otros casos desde el interior de
nosotros mismos.
La propaganda es una
forma clara de sugestión, implanta imágenes en nuestra mente que se transforman
en deseos para luego actuar de determinada manera.
Pero no solo la
publicidad implanta sugestiones e imágenes en nuestra mente, también las
películas, libros y palabras de quienes nos rodean.
Todo lo que
experimentamos queda registrado en nuestra mente a veces consciente y otras no.
En nuestra infancia
se crean gran parte de las sugestiones de nuestro inconsciente que gobernaran
nuestra vida, nuestros gustos y nuestra salud. En definitiva, crea nuestra
personalidad.
El ser humano es el
único que puede elegir sus sugestiones. Cuando nos damos cuenta es cuando
podemos tomar la decisión, tomar las riendas de nuestra mente implantando las
sugestiones que elijamos para nosotros.
Esto nos puede
llevar a curar nuestros dolores y sufrimientos físicos y mentales.
Las afirmaciones y
oraciones positivas repetidas mentalmente con fe, si es posible en estado de
relajación, y con perseverancia, y diariamente, logran resultados milagrosos.
Las afirmaciones
utilizando el "Yo soy tú" dirigidas a la conciencia cósmica o las
afirmaciones positivas con "Yo soy …" que necesitemos, son las mas
poderosas, acompañándolas con la firme convicción de que todo lo que afirmamos
ya esta hecho.
Hay que descartar la
ansiedad por ver resultados, no funciona de esa manera, sino en forma gradual y
progresiva, como todo en el yoga.
Un ejemplo claro es
el libro "Afirmaciones científicas para la
curación" de Paramahansa Yogananda.
Algunos ejemplos de
sus afirmaciones breves:
«Estoy sumergido en la luz
eterna; ella satura cada partícula de mi ser. Vivo en esa luz. El Espíritu
divino me colma por dentro y por fuera».
«Dios está en mi interior y a mi alrededor,
protegiéndome; así pues, desecharé de mí todo temor, ya que éste cierra las
puertas a la luz de la guía del Señor».
«Padre Perfecto, tu luz
fluye a través de Cristo, a través de los santos de todas las religiones, a
través de los maestros de la India y a través de mi propio ser. Tu divina luz
está presente en todas las regiones de mi cuerpo. Estoy sano».
«Sé que el poder de Dios
es ilimitado. Puesto que he sido hecho a su imagen, yo también estoy dotado de
la fuerza para superar todos los obstáculos».
«Desechando de mí todo
fardo mental, me relajo y permito que Dios exprese a través de mí su perfecto
amor, su perfecta sabiduría, su perfecta serenidad».
«Enséñame a sentir que la aureola
de tu todo protectora omnipresencia me envuelve siempre: en el nacimiento, en
la aflicción, en el gozo, en la actividad, en la meditación, en la ignorancia,
en las pruebas, en la muerte y en la liberación final».
«La luz de tu bondad y tu poder
protector está siempre brillando a través de mí. Yo no la veía, porque los ojos
de mi sabiduría se hallaban cerrados. La caricia de tu paz ha abierto ahora mis
ojos; tu bondad y tu infalible protección fluyen a través de mí».
«Padre Celestial, Tú eres
Amor y me has hecho a imagen y semejanza tuya. Yo soy la esfera cósmica del
Amor, en la cual puedo ver, cual centelleantes luces, todos los planetas, todas
las estrellas, todos los seres, la creación entera. Soy el Amor que ilumina
todo el universo».
«Al sonreír, incluso
cuando sea difícil hacerlo, ayudaré a sonreír a quienes lloran».
«Irradiaré amor y buena
voluntad hacia los demás, y abriré así una vía para que el amor de Dios pueda
llegar a todos».