10 enero 2019

Meditación en el cuerpo




En esta meditación el foco de atención va a ser el propio cuerpo.
Buscamos un lugar tranquilo y silencioso, y en un momento que no seamos interrumpidos.
Nos sentamos como nos resulte cómodo, en silla, manta o colchoneta, con piernas cruzadas o posición de loto.
Cerramos los ojos y hacemos 3 respiraciones completas.
Llevamos todo nuestra atención a la respiración, a la inhalación y la exhalación. Podemos visualizar el aire que entra llenando nuestro cuerpo de energía vital y expulsamos las toxinas.
Cuando nuestra mente ya esta calmada, y la respiración lenta y profunda, llevamos nuestra atención a nuestro cuerpo físico como si estuviera vacío, solo sentimos y visualizamos la energía vital como luz llenando nuestro cuerpo.
Sumergimos nuestra atención en este espacio vacío, luego visualizamos la coronilla como vacío,  y la base de la columna vertebral y el corazón como vacío en forma simultanea, perdiendo los limites del cuerpo hasta que la mente se silencie por completo.
Mantenemos este estado hasta que lo sintamos.
La meditación puede durar entre 10 y 30 minutos, extendiendo el tiempo con la práctica.
Finalmente para salir de la meditación agradecemos a nuestra divinidad interior, traemos la atención al cuerpo físico y abrimos los ojos.


07 enero 2019

Meditando en el sol interior



Esta es una meditación muy hermosa y produce gran sensación de plenitud.
Con la repetición de la práctica de esta meditación sentiremos que el amor universal se expande a todas las personas y cosas en el universo.
Podemos encender un incienso y poner música suave de fondo si nos gusta pero no es necesario.
Empezamos siempre las meditaciones sentándonos en un lugar tranquilo en la postura que nos resulte mas cómoda. No se aconseja hacer las meditaciones acostado ya que es mas fácil que nos quedemos dormidos al relajarnos y esto no es el efecto deseado en la meditación, sino la de lograr paz interior en estado consciente y la expansión de la conciencia hasta alcanzar la supraconsciencia.
Cerramos los ojos, hacemos 3 respiraciones completas y podemos invocar a la divinidad o maestro de acuerdo a nuestras creencias.
Primero llevamos la atención a la respiración, al aire que entra y sale por nuestras fosas nasales.
Cuando nuestra mente esta en calma, visualizamos una pequeña luz dorada en el centro de nuestro pecho a la altura del corazón.
Esa luz comienza a brillar con mas intensidad y a expandirse.
La luz se intensifica en cada inhalación y se expande en cada exhalación inundando todo nuestro cuerpo de luz. La luz se va expandiendo mas allá de nuestro cuerpo iluminando nuestra aura.
En el medio del pecho brilla un gran sol dorado, idéntico al sol físico.
Concentramos nuestra atención en esta imagen, y observamos las sensaciones que despierta.
Cuando aparecen pensamientos los dejamos seguir de largo y volvemos a traer la atención al sol interior.
Esta práctica repetida diariamente desarrolla el amor incondicional a la divinidad o devoción y nos une al amor cósmico.
Cuando lo sentimos, traemos la tención al cuerpo físico, agradecemos a la divinidad o maestro y abrimos los ojos.
Es una de mis meditaciones favoritas, la practiqué mucho tiempo.
Espero que despierte la misma devoción que despertó en mí.
Un abrazo y namaste!!

06 enero 2019

Meditación con mantra



La práctica de la meditación es conveniente hacerla diariamente por lo menos una vez al día, si es posible dos, una a la mañana temprano y otra al atardecer.
Buscamos un lugar y un momento en que no seamos interrumpidos, tratando que sea un lugar silencioso y tranquilo.
Podemos prender un incienso si nos gusta y poner música suave de fondo pero no es necesario.
Nos sentamos en una silla, en una colchoneta, manta o almohadón, con las manos apoyadas la mano derecha sobre la palma izquierda.
Cerramos los ojos y llevamos la atención a la respiración.
Hacemos 3 respiraciones completas.
Inhalamos profundamente llenando la panza de aire, que en realidad es la zona baja de los pulmones que al llenarse de aire empuja el diafragma hacia abajo, y éste el estómago hacia afuera.
Seguimos inhalando y llenamos la zona media de los pulmones, el tórax se expande hacia los costados.
Seguimos inhalando y llenamos la zona alta de los pulmones hasta las clavículas.
Hacemos una pequeña retención, el tiempo que nos resulte cómodo sin agitarnos. Y empezamos a exhalar desde las clavículas hasta el abdomen.
Lo repetimos 3 veces y volvemos a la respiración libre lenta y profundamente.
Podemos invocar a la divinidad o al maestro de acuerdo a nuestras creencias.
Vamos a utilizar el mantra "so ham" repetidos mentalmente en la respiración para enfocar nuestra atención y lograr la concentración. SO en la inhalación y HAM en la exhalación.
Cuando aparece un pensamiento lo dejamos seguir de largo y volvemos a traer la atención al mantra y la respiración.
Simultáneamente podemos centrar la atención en el entrecejo, visualizando una luz que comienza siendo muy pequeña y se va expandiendo con las respiraciones.
La meditación puede durar entre 10 y 30 minutos. Podemos empezar con 10 minutos e ir aumentando  el tiempo a medida que nos vayamos sintiendo a gusto con la experiencia.
Probablemente al principio nos cueste quedarnos quietos y mantenernos sentados y enfocados,  aparezcan pensamientos, recuerdos e inquietudes. Incluso puede que sintamos una imperiosa necesidad de levantarnos y abandonar la práctica.
Para poder avanzar tendrás que resistir y permitirte llegar a experimentar la paz interior que se siente después de mantenerte un rato inmóvil y concentrada.
Cuando sientas que es el tiempo suficiente o te sientas cansada, vuelve a traer la atención al cuerpo físico, agradece a tu yo interior, a tu presencia yo soy y abre los ojos.
Con el tiempo de practica el estado de paz interior se empieza a experimentar el resto del tiempo del día. Podemos en cualquier momento cerrar los ojos y rememorar ese estado.
Que la práctica te resulte tan plena como a mi en la vida.
Namaste!!