10 enero 2019

Meditación en el cuerpo




En esta meditación el foco de atención va a ser el propio cuerpo.
Buscamos un lugar tranquilo y silencioso, y en un momento que no seamos interrumpidos.
Nos sentamos como nos resulte cómodo, en silla, manta o colchoneta, con piernas cruzadas o posición de loto.
Cerramos los ojos y hacemos 3 respiraciones completas.
Llevamos todo nuestra atención a la respiración, a la inhalación y la exhalación. Podemos visualizar el aire que entra llenando nuestro cuerpo de energía vital y expulsamos las toxinas.
Cuando nuestra mente ya esta calmada, y la respiración lenta y profunda, llevamos nuestra atención a nuestro cuerpo físico como si estuviera vacío, solo sentimos y visualizamos la energía vital como luz llenando nuestro cuerpo.
Sumergimos nuestra atención en este espacio vacío, luego visualizamos la coronilla como vacío,  y la base de la columna vertebral y el corazón como vacío en forma simultanea, perdiendo los limites del cuerpo hasta que la mente se silencie por completo.
Mantenemos este estado hasta que lo sintamos.
La meditación puede durar entre 10 y 30 minutos, extendiendo el tiempo con la práctica.
Finalmente para salir de la meditación agradecemos a nuestra divinidad interior, traemos la atención al cuerpo físico y abrimos los ojos.


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