14 septiembre 2015

La intención


Un texto clásico hindú dice: "como es tu deseo, es tu intención. Como es tu intención, es tu voluntad. Como es tu voluntad, son tus actos. Como son tus actos, es tu destino".

La intención mueve nuestra vida y nuestra conducta, forma nuestro carácter y modela nuestras decisiones.

La intención del Universo es la evolución. Cuando nuestras intenciones individuales se ajustan a la intención universal, nuestra vida se verá colmada de satisfacción.

Nosotros somos parte de esa conciencia cósmica y de esa intención universal de evolución aunque no nos demos cuenta.

Cuando encarnamos, tomamos forma como seres físicos, y desarrollamos una mente individual que nos hace creer  que estamos separados del resto de los seres.

El universo es una gran orquesta en la que cada uno toca su instrumento y la conciencia cósmica es el director con una intención pura y clara.

Esa conciencia nos interpenetra y dirige todos las fuerzas de la naturaleza con su inteligencia omnisciente.

La intención individual muchas veces es egoísta, esta guiada por la mente inferior y solo se ocupa de satisfacer los deseos personales mas allá de las consecuencias. Cuando eso ocurre sentimos que no logramos concretar lo que deseamos, que todo nos cuesta mucho esfuerzo y nos sentimos frustrados. En realidad es la manera que tiene el universo de comunicarse con nosotros para decirnos que esa no es su intención mayor.

Cuando nuestras intenciones coinciden con la intención de la conciencia cósmica, los deseos se cumplen, las cosas se orquestan de tal manera que todo parece fluir con naturalidad y como por arte de magia.

Nosotros, de esa manera, nos convertimos en un instrumento de esa mente cósmica que nos guía hacia la evolución nuestra, de toda la humanidad y de todos los seres.

Pero como conocemos la intención universal?
La mejor manera es practicar meditación. Con la meditación ponemos nuestra mente en contacto con la conciencia cósmica y escuchamos lo que tiene para decirnos. No va a ser con palabras sino a través de la intuición, que nos guiará hacia las decisiones acertadas.

La meditación, la oración, son herramientas para ponernos en consonancia y sumergirnos en la conciencia mayor o universal. En el silencio y concentración de la meditación plantamos la semilla de la intención y el universo se encarga de instrumentar los detalles.

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