Un texto clásico
hindú dice: "como es tu deseo, es tu intención. Como es tu intención, es
tu voluntad. Como es tu voluntad, son tus actos. Como son tus actos, es tu
destino".
La intención mueve
nuestra vida y nuestra conducta, forma nuestro carácter y modela nuestras
decisiones.
La intención del
Universo es la evolución. Cuando nuestras intenciones individuales se ajustan a
la intención universal, nuestra vida se verá colmada de satisfacción.
Nosotros somos parte
de esa conciencia cósmica y de esa intención universal de evolución aunque no
nos demos cuenta.
Cuando encarnamos,
tomamos forma como seres físicos, y desarrollamos una mente individual que nos
hace creer que estamos separados del
resto de los seres.
El universo es una
gran orquesta en la que cada uno toca su instrumento y la conciencia cósmica es
el director con una intención pura y clara.
Esa conciencia nos
interpenetra y dirige todos las fuerzas de la naturaleza con su inteligencia
omnisciente.
La intención
individual muchas veces es egoísta, esta guiada por la mente inferior y solo se
ocupa de satisfacer los deseos personales mas allá de las consecuencias. Cuando
eso ocurre sentimos que no logramos concretar lo que deseamos, que todo nos
cuesta mucho esfuerzo y nos sentimos frustrados. En realidad es la manera que
tiene el universo de comunicarse con nosotros para decirnos que esa no es su
intención mayor.
Cuando nuestras
intenciones coinciden con la intención de la conciencia cósmica, los deseos se
cumplen, las cosas se orquestan de tal manera que todo parece fluir con
naturalidad y como por arte de magia.
Nosotros, de esa
manera, nos convertimos en un instrumento de esa mente cósmica que nos guía
hacia la evolución nuestra, de toda la humanidad y de todos los seres.
Pero como conocemos
la intención universal?
La mejor manera es
practicar meditación. Con la meditación ponemos nuestra mente en contacto con
la conciencia cósmica y escuchamos lo que tiene para decirnos. No va a ser con
palabras sino a través de la intuición, que nos guiará hacia las decisiones acertadas.
La meditación, la
oración, son herramientas para ponernos en consonancia y sumergirnos en la
conciencia mayor o universal. En el silencio y concentración de la meditación
plantamos la semilla de la intención y el universo se encarga de instrumentar
los detalles.
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