Alimentación y yoga
Todo lo que existe en el universo vibra, esta energía vibratoria tiene distintas frecuencias, desde las mas lentas a las mas veloces. La materia mas densa tiene vibraciones mas lentas, pasando por todo el espectro, le siguen los líquidos, luego los gases, el sonido y la luz, cada uno con una frecuencia vibratoria cada vez mas sutil.
Los alimentos son sustancias que incorporamos a nuestro cuerpo y producen una vibración determinada en él.
La comida tiene efectos sobre el cuerpo y la mente del individuo. Los efectos sobre el cuerpo son mas conocidos y ya hable sobre vegetarianismo como la manera mas sana de alimentarnos, pero lo que comemos también tiene efecto sobre la mente y para el practicante de yoga y meditación, para el que hace practicas espirituales, el sadhaka, tiene una importancia fundamental.
Los alimentos que tienen una vibración sutil o sattvica son la base de la alimentación en el yoga ya que afectan la conciencia de manera positiva, agudizando, calmando y clarificando la mente, elevando los pensamientos.
Los alimentos mutativos o rajasicos son los que estimulan el cuerpo y la mente convirtiéndolos en activos y no son aptos para la práctica espiritual, la meditación en especial, y se comen con moderación para la practica del yoga.
Los alimentos con vibraciones mas densas o estáticos, llamados tamasicos, no son parte de la dieta yóguica ya que dificultan la concentración y la contemplación.
Alimentos sutiles:
- Frutas y nueces
- La mayoría de los vegetales
- La mayoría de las legumbres (granos) y cereales
- Leche y todos los productos lácteos
- Cantidades moderadas de hiervas y condimentos
Alimentos mutativos:
- Bebidas con cafeína (café, té, cola, cacao)
- Muchas medicinas
- Yerbas y condimentos en exceso
Alimentos estáticos:
- Carnes rojas y aves
- Huevos
- Pescados y mariscos
- Cebolla, cebollín, cebollas de primavera
- Ajo y hongos
- Alcohol
- Tabaco y drogas no medicinales
- Alimentos fermentados, rancios o podridos